13/9/08

Menosprecio de los textos

Las tendencias de publicidad parecen indicar que el copy debe excluirse de los anuncios. Los creativos trabajan por crear las imágenes perfectas que sólo ostenten el logo de la marca que anuncias. Y entonces decir que una imagen vale más que mil palabras.

Esta aseveración puede ser cierta. Sin embargo, en publicidad no cabe en una visión tan simplista. Si bien, después de discutir un concepto creativo por días, o semanas, se llega a un resultado, algo que le gusta al cliente, entonces se llama al chavo nuevo para que escriba el copy.

Otro escenario es cuando en un empresa, de menor presupuesto, digamos del tipo que sólo imprimen folletos, alguien le dice a la persona encargada del marketing que contrate un redactor, o un copy, entonces esta persona pensará: ¿para qué? yo lo escribo.

Cuando se trata de escribir, todos se sientes capaces. Cuando se trata de leer, uno se da cuenta que no es así. Aún más, cuando uno es el comprador una imagen nos llama, pero lo que leemos puede cerrar la venta.

Lo positivo es, para dejar el pesimismo en este oficio, es que cada vez más gente entiende que cuando se trata de palabras, un copy creativo es la única opción.

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